martes, 18 de enero de 2011

Miradas, lazos rojos y otras canciones sin destino.

Ni siquiera fue un reencuentro frente a frente. Simplemente no tuve el valor de encararlo y obligarlo a que me mirara y me dijera algo directamente. Ni sé qué fue lo que supe o si en verdad él está mal. No entiendo, pero aunque intenté ya no mirarlo, después de que cordialmente me dijo que no me podía corresponder, hace algunas horas me di cuenta que él no estaba muy bien.  

¿Qué le pasa?, pensé,  yo le dije que lo querría a pesar de todo y que mi amor (¿o cariño?) era tan grande que él solo tenía que preocuparse por ser feliz. ¿Por qué eso no es suficiente para que busque su vida en otro lado (no muy lejos de mí) y me eche en cara que la mejor decisión de todas fue el jamás pensar que la felicidad estaba a mi lado?

Sucede que a veces soy egoísta. Mucho, diría yo. Querer, hasta donde entiendo, jamás debe ser un acto egoísta, sin embargo. ¿cómo no ser egoísta cuando sabes que si te hubiera elegido a ti quizás su corazón no se hubiera quemado tan rápido?  ¿Cómo no ser egoísta cuando lo único que quieres decirle es un "Te lo dije. Debiste haberte quedado conmigo"? ¿Cómo quitarme la sensación de un hubiera en el que él pudo haber sido feliz por más tiempo? No es que yo fuera la respuesta a la felicidad eterna, lo sé; sé que quizás también conmigo la felicidad no podría haber sido menos dolorosa, irritante y molesta (así de bien creo que me conozco), pero... Pudimos haberlo intentado, ¿no? pudimos y él, sabiendo eso (quiero pensar), dijo que no. Yo lo respeté íntegramente (o lo intenté aceptar en cachos) pero cuando miré a mi alrededor buscándolo, lo vi ahí, triste, solo, quejándose del karma y buscando olvidar todo en un cigarro de marihuana. ¿Cómo hacerme entender que debo mirarlo sufrir sin decir nada?

Lo miré y me sentí triste. Pensé en lo que pudo ser y la verdad es que dolió, pero lo sentí más por él, o a lo mejor sentí más el hecho de que aún solo, ni por un momento pasó por su cabeza apoyarse en mí. Quizás por quien en realidad me estoy sintiendo mal es por mí, pero quiero pensar que no, porque entonces volvería a caer en el egoísmo y no quiero. Mi firme propósito es querer y que aunque ese sentimiento no sea correspondido, poder ser al menos partícipe y espectador de cómo nuestras vidas se desarrollan en distintos caminos sobre un mismo plano, pensar que cuando dos personas se conocen y deciden tener algo que ver, sea bueno o no, de cierta forma sus destinos se cruzan un instante y después de eso permanecen dentro de cierta sintonía ¿o no?

Bueno, en conclusión, eso es lo que sucede, que quiero a alguien (aún no entiendo en qué forma exactamente) y él, aún triste, no quiere saber nada de mí, ni quiere que sea su amiga, ni quiere que lo consuele, y quizás ni me quiere cerca.

Debería rendirme y entender de una vez que no soy nada para él, pero ¿cómo entenderlo de una forma en la que me resigne y me pueda alejar para siempre?

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