miércoles, 12 de noviembre de 2008

La primera noche

para todos los fans que quedaron decepcionados con la pobre descripción de Meyer de la primera tecer base de Edward y Bella, aquí les dejo este relatillo que se me fue ocurriendo


Recogí las maletas del bote y las llevé a la casa, acción que me hubiera gustado que tomara más tiempo pero...me fue imposible, caminé lo más lento que pude hacia ella otra vez, y aún así no me tomó menos de dos minutos hacer esas acciones

Sabía que no me oiría entrar pero aún así entré de nuevo a la habitación sin hacer mucho ruido y con uno de mis dedos, acaricié lentamente su cuello, quitando una gota de sudor...

“Está un poco caluroso aquí” le dije. “Pensé… que sería mejor”

“Definitivamente”, murmuró ella por lo bajo, y no pude soltar una risa tonta, que sonó nerviosa, lo habría notado?

“Traté de pensar en todo lo que pudiera hacer esto…. más fácil” confesé
Ella tragó saliva, sin poder mirarme. Acaso se había arrepentido? Acaso ahora si tenía miedo de mí?

“Me preguntaba” dije lentamente, “si… primero… tal vez quisieras nadar en la oscuridad conmigo” Tomé una bocanada de aire, para aclarar mis ideas y tratar de que mi voz pareciera menos tensa. “El agua estará caliente. Esta es la clase de playa que te gusta.”

“Suena bien”. me dijo con voz quebrada. En que estaba pensando? Me moría hoy, más que nunca por saber si lo que decía y hacía era correcto para ella, o iba demasiado rápido. No lo quería admitir pero detrás del nerviosismo, estaba ansioso.

“Estoy seguro que querrás un minuto o dos para ser humana… Fue un largo viaje.”Asintió. Para mis adentros...sabía que quien necesitaba más de ése minuto humano era yo.

Lentamente acaricié con mis labios su garganta. Pude sentirla estremer.

Ése aroma...me enloquecía, A pesar de qué mi aliento era frío, sentía su piel arder...incluso la mía me quemaba...¿que era esa sensación?

“No tardes demasiado, Sra. Cullen.”Saltó un poco al escuchar su nuevo apellido. Sonreí para mis adentros.Mis labios recorrieron desde su cuello hasta la punta

“Te esperaré en el agua”

Y salí decididamente, antes de frustrar mis planes dejándome llevar por el deseo y tomarla en ése mismo instante, seguro que a ella no le hubiera gustado, o quizás si. Por ahora, lo mejor era aferrarse al plan. Pasé frente a ella dirigiéndose a la puerta que llevaba directamente hacia la playa. En el camino, me desprendí de mi camisa, tirándola en el piso, y entonces salí por la puerta hacia la noche iluminada por una hermosa luna, respirando el aire salado que me aclaró la mente unos instantes, alejándome un poco de ése deseo infernal que me ataba a quedarme con ella.

Terminé de despojarme de mi ropa y la apoyé en un árbol, no era común en mí ser así, y aunque me avergüenze decirlo, me estaba comportando como un humano, noté un temblor impropio en mis manos y una sensación de descarga eléctrica muy intensa en todo mi cuerpo ¿que era todo aquéllo? Carlisle y mis hermanos me habían dicho que todo serían un torrente de nuevas emociones y sensaciones...pero...¿tenía que ser todo así? Respiré profundamente.

Todo se veía en blanco y negro, traté de apreciar formas y localizar mis estrellas favoritas, pero a pesar de mis gran capacidad para pensar en varias cosas a la vez, ésta vez no pude concentrarme, seguía pensando en las mil y un formas que habría para salvar la situación si se ponía demasiado peligrosa para ella. Podría echar a correr, separarla de mí como otras veces, y en el peor de los casos, morder una almohada, en vez de su fino cuello tan deseable.

Nadé un poco, dándole unas 500 vueltas a la isla, esperando. ¿Porque se tardaba tanto?, ¿acaso se había arrepentido? No tenía corazón que latiera de forma acelerada, pero su pequeño corazón, dentro de las paredes de la casa, latía con suficiente fuerza por los dos, el sólo oírlo y concentrarme sólo en él, hacia que mi respiración se entrecortara. Sabía que estaba nervioso, pero creo que no era nada comparado con su respiración agitada y el olor de su miedo ¿Miedo?

Estaba dando mi vuelta 550, cuando escuché unos débiles pasos por fuera de la casa ¿Era ella? ¿o algun visitante inesperado? No era posible, Esme me había prometido privacidad, los empleados llegarían hasta el inicio de semana y...nadie más aparte de mi familia conocía la existencia de la isla. Me puse en guardia

El aroma que azotó mis sentidos, despejó cualquier sospecha, ése vino que embriagaba mi ser, el dulce aroma a fresa....éra ella.

Oí como caminaba lentamente a través de la arena, haciendo una pausa. no quise voltear a verla, por ahora, y fingí concentrarme en la luna, poniendo atención con mi oído para tratar de descifrar el momento en el que podía mirar. Repasé una vez más mis estrategias contra el peligro y seguí esperando mientras su aroma y el latido fuerte de su corazón me embobaban.

Y de pronto...su respiración se acompasó, y puse escuchar el suave sonido de las ondas que producía su caminar lento dentro del agua. Su olor cada vez era más fuerte, y sentía como se acercaba poco a poco a mí, ¿porque tardaba tanto? tenía ganas de echar a correr, pero me quedé ahí, sin despegar la vista de la luna.

Se acercó con aún más lentiud y tomó mi mano, que flotaba por el agua, su tacto era suave, cálido, excitante.

“Hermosa” me dijo, mirando también hacia la luna. ¿De que hablaba? Yo sólo podía pensar en lo que iba a suceder, quizás ella buscaba algo para distraer mi nervisosismo, eso era evidente.

“Todo está bien” le contesté. Volteé lentamente para encontrar su mirada, estaba... bellisima; la luz de luna bañaba suavemente su frágil y traslúcida piel, sus ojos bellos ojos castaños, brillaban de emoción, y ése dulce tono rojizo en sus mejillas se veía aún más apetitoso a la sombra de la noche. Ella me observaba, y parecía haber encontrado algo interesante en mí...¿en verdad había algo dentro de mi monstruosidad que le atrayera? al parecer, así era. Posó su mirada en la mía y sentí como la intención de conocer mis pensamientos taladraba mi cerebro. Doblé la mano y atrapé la suya, hundiéndola bajo la superficie del agua. No se estremeció, lo que señalaba el exito de mi plan, o al menos de la parte en la que no quería que ella mueriera de frío con el helado contacto de mi piel.

“Pero yo no usaría la palabra hermosa” continué. “No comparándola contigo” Sonrió y eso simplemente alteró mi deseo de una forma dolorosa. Levantó su mano libre y la colocó sobre mi pecho, donde debería estar mi corazón. Era tan fácil dejarse llevar, si ella me trataba como a un humano, quzás una parte de mí si lo fuera y sería capaz de controlar ésa parte animal que quizás la dañaría. Aún cuando estabamos en el agua caliente, su contacto me estremeció, parecía que el deseo no sería refrenable por un momento más. Respiré con dificultad

“Te prometí que lo intentaríamos”, susurré, tenso. “Si… si hago algo malo, si te lastimo, me debes decir inmediatamente”

Tenía que hacerlo, no debía hacerse la valiente, o terminaría muriendo.

Afirmó solemnemente, manteniendo sus bellos ojos color chocolate en los míos. Avanzó otro paso a través de las olas y recostó su cabeza contra mí pecho.

“No tengas miedo” murmuró. “Nos pertenecemos”

Que ironía, ella estaba tan tranquila y era yo el que tenía miedo, se oía tan tranquila que la esperanza inundó mi ser. Quizás podría funcionar

La envolví entre mis brazos, reteniéndola, tomando con mi piel su calor. Pero no parecía que existiera una diferencia de temperaturas entre nosotros, estabamos, por primera vez, iguales.

“Para siempre” coincidí, y entonces nos hundimos gentilmente en la profundidad del agua.

Acaricié y besé su cuello, lentamente, mientras ella hacía lo suyo, tomando mi pelo y enredando cada parte de su cuerpo con el mío. El tacto, y las emociones que me hacía sentir ése momento eran indescriptibles. Pero mi instinto, se acercaba peligrosamente, salvaje, con sed de más de lo que podía permitirme, más de lo que ella podía soportar; ella no parecía notarlo, no dejaba de besarme y aferrarse a mí. Apagué un poco mi cerebro y correspondí a su fiero abrazo acercándola con más fuerza hacia mí, con el cuidado necesario para no romperle ni una costilla. Me sosprendía que continuara besándome. ¿Acaso no iba a respirar? Ella no parecía preocupada por ello, se deslizaba suavemente por mi cuerpo, acariciando mis brazos, mi pelo, mi pecho, aferrandome a ella, con fuerza, con pasión, y no era nada fácil controlarme, pues la ponzoña se sentía como ácido en mi boca.

Estaba listo para atacar, mis músculos se flexionaron involuntariamente, pero reenfoqué esa reacción y me incliné para acargarla y llevarla a la casa. Suficiente agua por toda la noche.

"Pensé que íbamos a nadar me comentó distraída" sin parar de besarme.

"¿En realidad quieres hacerlo?" le dije burlonamente. Sus cariciacias insistentes y ardientes, parecían contestar negativamente a gritos la respuesta. Aún así ella se las arregló para continuar con la conversación, aunque estaba claro que no prestaba mucha atención a algo más que no fuera yo, y yo estaba en la misma situación, por un lado, combatiendo y refrenando mis deseos salvajes de hombre que deseaban tanto su cuerpo como ella deseaba el mío; y por el otro, mi sed animal que quería hasta la última gota de su dulce y exquisita sangre. Eso sólo aumentó mis ganas de entrar más aprisa a la casa.

"Hum". fue todo lo que dijo...antes de volver a su concentración máxima...yo.

La cama era grande, suave, y aproveché ese hecho para separarme un poco de ella, pero me atrapaba con sus débles brazos. Sabía que era mil veces más fuerte que ella, me atraía con el embrujo de su piel, mi fuerza de voluntad quedó reducida a nada.

Cada parte de mi piel gritaba por su contaco y mis manos codiciosas de deslizaron suavemente, dejando fluir el deseo y al mismo tiempo poniendo la sufiente atención para no romper ningún hueso, la fuerza estaba a punto de estallar en mis manos, en mis brazos, en cada una de mis extremidades, alentadas por su respiración jadeante y su piel ardiente. Me aferré con fuerza al bordé de la cama y la madera cedió igual que plastilina, la cama tembló ante esas parte faltantes que había destruido con mis propias manos y el horror se apoderó de mí cuando en un instante que su cara se apartó de la mía, pude ver los restos de madera, las astillas, y la parte de la cama a la que me había aferrado, completamente destruida, era demasiado, tenía que acabar, tenía que alejarme. Pero ella parecía no darse cuenta del desastre que causé, seguía como si nada, dominada por sus instintos, que eran igual o más intensos que los míos.

Sus manos se deslizaron por mi cuerpo y me hicieron olvidarme de cualquier cosa; su suave y tierno tacto, su piel caliente y su boca tan dulce, me incitaban , me hacían olvidar, y me la sostuve con fuerza, dejando a mi parte humana complacer las exigencias del suyo.

Y cuando la ponzoña era insoportable, cuando estaaba a punto de morder su frágil y delicado cuello, viré un poco y rápidamente descargué mi furia con una almohada, que reventó al instante, bañando el lugar con plumas. Pero una vez más...ella lo dejó pasar olímpicamente, jamás sus labios insistentes se separaron de los míos salvo para concentrarse en otra parte de mi cuerpo, las plumas volaban por nuestros movimientos, y rozaban su suave piel, pero eso no la hacía dejar de absorber todos sus pensamientos y canalizarlos solo hacia a mí, y eso se sentía tan bien...

Pobres almohadas! Pobre cama! Pobre de mí! Estaba siendo atacado por una humana con un deseo más grande que el de un volcán...que sería de mi?!?!? Nada que no supiera ya, era cuestión de darle lo que ella quería, y disfrutarlo de la misma manera en la que ella parecía hacerlo.

Hasta que dios me concediera el milagro de que hubiera tenido suficiente de mí.

Nuestra entrega fue más que eso...fué más intenso que un simple acercamiento de dos cuerpo...

Fue la entrega total más allá de un nivel físico.

Fue la satisfacción de una necesidd que era tan grande que dolía.

Dejé que tomara todo de mí, y al mismo tiempo tomé todo lo que pude de ella, sin pasar a un límite mortal. Todo era nuevo para mí, pero no dudé ni un instante en mis acciones, mi instinto humano se apoderó de mi cuerpo ¿era eso posible? al parecer si, mi cuerpo, mis instintos, no eran tan diferentes como supuse que lo serían en esos momentos, satisfaciéndome más allá de un límite de placer normal. Era tan instensa la necesidad de ella que dudaba que pudiera ciontenerme y dejarla descansar. Pero ella no dormiría....ambos lo sabíamos.


Aún no había tenido suficiente, ni yo tampoco.

domingo, 31 de agosto de 2008

El día especial

Aquí les dejo el relato de la boda...pero antes me gustaría añadir que gran parte de esto fue inspiración de las traducciones al español de "Amanecer", incluso tomé algunas partes...la idea general....así que aquí les dejo el relato

:D

Estaba lista....

cada parte de mi cuerpo maquillada, mi cabello cepillado con paciencia y con elbaorado peinado que simplemente desafiaba las leyes de la gravedad...el hermoso vestido de diseño antiguo que era tan dificil de manejar....mis zapatillas de tacón altísimo que me retaban a encontrarme con el suelo d eun momento a otro...me sentía rara...pero hoy era un día demasiado especial para ser la humana normal que siempre era...

-Bueno Bella, creo que eso es todo- comentó Alice alejandose de mí y mirándome de arriba de abajo con ojo crítico. -Creo que mejor no puedes estar-

-Jaja..entonces creo que tendré que confiar en ti- le dije con nerviosismo

-¿Segura que no quieres un espejo?- dijo con incredulidad. Le había expresado desde antes de que comenzara que una vez dado el resultado final, prefería no mirarme al espejo una vez dado el resultado final..Prefería esperar o jamás tener que hacerlo, o me pondría tan nerviosa que sería incapaz de salir de la casa y reunirme con el amor de mi vida..que seguramente estaría incluso más espectacular de lo que yo podría llegar a estar en toda mi vida mortal.

-Segura- respondí con seguridad, sacudiendo de mi mente todos aquellos pensamientos. -Confio en ti y la palabra final la tendrá Edward-

-Jajaja- se burló ella con ganas -Como quieras, no quiero desperdiciar el tiempo que nos queda convenciéndote de algo que de tdos modos no vas a aceptar-

-¿Entonces en que quieres ocuparlo?- Pregunté con curiosidad ¿Acaso faltaba más tortura de belleza para mi? ¿Acaso no era suficiente? Sentí como una expresión de horror se dibujaba por mi rostro

-No te preocupes, ya no te voy a maquillar más- rió ella mientras estudiaba mi expresión. -Es sólo algo que quería decirte- me levantó de la silla en la que me encontraba y sostuvo mis manos con las suyas...frías como el hielo.

-¿Que pasa Alice?- le dije con curiosidad ¿Que podría decirme? ¿Un regaño por como me lo estaba tomando todo? ¿Una sugerencia para que no lo estropeara? ¿Un...

-Bella, sólo quería decirte que te agradezco con todo el corazón que me hayas dejado organizarte la boda, y sobre todo...haber dejado que me pase de la raya- dijo rápidamente y con una voz casi ininteligible. La miré estupefacta y después mi crebero empezó a analizarlo todo ¿Agradecrme?...¿ella?

-Aa...Alice..-por fin pude articular palabra -Wow Alice..la verdad es que no me lo esperaba...

Vaya! Agradecerme tu a mí? No puedo creerlo...


-porque es tan increíble!?!?- preguntó ella con desconfianza


-porque simplemente soy yo la que en verdad tiene que agradecerte que hayas hehco todo esto...no sé que hubiera pasado si tu no hubieras hehco todo esto por mi...por nosotros...


-Uy, creo que ambos hubieran terminado casándose en la vegas...Y con pants!- se burló con un fingido estremecimiento de horror.Ambas reímos.

-No, enserio Alice..muchísimas gracias por haber hehco todo esto...y me encanta que te hayas pasado de la raya, te lo agradezco...


-Lo sabía!- gritó ella triunfal! -Sabía que terminaríaas agradeciéndomelo!


-Jajaja..pues tenía razón- dije mientras tiraba de sus manos hacia a mí...la abrazé con toda la fuerza humana de la que fui posible ..y super qu ella también lo deseaba pero se contuvo para no romperme las costiillas.


-De nada hermanita...-contesto ella con voz cortada. Si hubiera podido llorar, lo habría hehco..lo sabía. Pero sin querer las lagrimas empezaron a correr por mis ojos: lágrimas de alivio...lágrimas de alegría...lágrimas de nerviosismo.


-No llores!- reclamó ella con algo de dureza -Sabes lo que me costó maquillar tu rostro! No lo arruines!-


-Jajaja...ok ok..- hipé mientras trataba de quitar las lágrimas con mis manos. Pero Alice me las quitó de un suave manotazo y retocó con algo de maquillaje las "partes dañadas"


-Se puede?- Se oyó una voz al otro lado de la puerta seguida con leve golpe seco. Ambas nos sobresaltmaos..¿El tiempo había pasado tan rápido? ¿Era ya la hora?


-Pase- dijo ALice ocn cierto nerviosismo, ella fue la que más rápido se recuperó de la sospresa.


Primero..apareció el dulce rostro de Esme...seguido de Carlisle, Charlie y...


-Bella!- gritó Reené mientras a abrazarme fuertemente. La oí sollozar y no pude contener de nuevo las lágrimas..Hoy sería un día tan feliz...


-Estás hermosa hija- comentó mi madre mientras me separaba de ella y me veía de arriba a abajo.


-Jajaja, si claro, eso es lo que tienen que decirle siempre a la novia...


-No- me atajó Carlisle con su suave voz y su expresión dulce -En verdad estás Bellísima-


-Si hija..como podríamos mentirte si te ves...maravillosa- terció rápidamente Charlie mientras me abrazaba.


-Lo ves? porque no quieres creerlo?- se quejó Alice. Todos nos reimos. y Tuve que volver a limpiar las lágrimas de mi rostro.


-No hagas eso!- me regañó mi hermna mientras volvía a empuñar la brocha del maquillaje y arreglaba lo que habían dejado las lágrimas.


-Bueno- dijo Esme con cariño mientras me abrazaba con fuerza -Hemos venido porque ya es hora...


Respiré con dificultad...me lo temía.


-Que pasa Bella?- inquirió Alice con preocupación -Miren, se está poniendo verde.


-Estoy...bien- dije entrecortadamente al tiempo que trataba de tranquilizar mis frenéticos latidos.


-En ése caso..vámonos- dijo Charlie ofreciéndome su brazo. Me acompañaría hasta el final de las escaleras, hasta la parte de atrás de la cssa de los Cullen, donde Alice había planeado hacer la fiesta de recepción y la "sencilla" ceremonia...


-Me temo que ha habido un pequeño cambio de planes Charlie- interrumpió Alice al tiempo que les dirigía una mirada de complicidad a Carlisle y a Esme, que asintieron levemente con la cabeza


-Que la fiesta ya no va a ser aquí?- preguntó Reené confundida. Miré a Alice de reojo y pude ver como escondía una sonrisa.


-Sí, la fiesta si va a ser aquí, pero la ceremonia....hemos decidido que será en un lugar..especial.


¿un lugar especial? ¿donde sería?


-Así que...agregó Carliesle al tiempo que me sonreía tranquilizadoramente -Señorita, su limusina la espera...- me dio ofreciéndome su brazo.


limusina? Oh no...


Bajamos las escaleras y salimos por la puerta principal de la casa de los Cullen, todos estábamos nerviosos antes de que Carlisle abriera la puerta...y estupefactos ante lo que vimos enfrente de la casa...


La enorme jeep de Emmet estaba estacionada, con su dueño al volante saludándonos con la mano y sonriendo con gesto de burla al ver nuestras caras...


-que hay hermanita?- Me preguntó éste con una mueca de indulgencia al ver que aún no me recuperaba del shock... -Acaso esperaba una luimusina blanca enorme?, eso hubiera sido pasarse de la raya no crees?- añadió


-Sssí-fue todo lo que pude decir. Había reparado en los moños blancos que colgaban en las puerta y el arreglo floral en el frente...acaso era una broma?


-Sí, lo sé- dijo Emmet resignado con un gran suspiro -Le dije a Alice que lo de los moños era ridículo, pero como siempre...no me hizo caso


Nadie se pudo recuperar de la sospresa hasta que Alice tiró de mi brazo y me condujo a la parte trasera del Jeep, abriéndome la puerta.


-No Alice!, me quejé mientras ella me cargaba y me depositaba en el asiento, acomodando cuidadosamente los pligues de mi vestido -Quiero ir adelante!- me quejé


-Imposible, las novias siempre van en la aprte de atrás-refutó ella sin inmutarse. Cerró la puerta con firmeza y pude ver como se ponía el seguro automático. egremente rodeando la jeep y dirigiéndose a la ventana del conductor


-Tú!- le amenazó a Emmet quien puso cara de inocencia -No te atrevas a manejar como desquisiado y mucho menos se te ocurra ponerle el arnés...le arruinaría el vestido...


Puse los ojos en blanco ¿Arruinar mi vestido? ¿arnés? ¿A donde diablos íbamos?


-Nosotros nos vamos a ir corriendo, dijo Alice señalandosé a ella misma y a Esme -Carlisle llevará a los padres de Bella en la otra jeep...


¿otra jeep? Oh no...


Cuando menos me dí cuenta ellos ya habían desaparecido y Emmet empezaba a arrancar el coche...respiré con dificultad y comenzé a hiperventilarme.


En un segundo, el coche había dejado de emitir el suave siseo del movimiento y pude ver a Emmet bajarse de la Jeep..¿que había pasado? ¿acaso no servía? Emmet rodeó el auto y se dirigió a mi puerta, abrió la puerta cuyo seguro había desactivado antes, me cargó con facilidad y abriendo la puerta del copiloto, me introdujo en la parte delantera de la jeep


-Uy, gracias Emmet- sonreí mientras él me devolvía la sonrisa y cerraba ambas puertas. En menos de dos segundos, ya estaba a mi lado, enciendiéndo de nuevo el automovil, traté de koverme un poco hacia delante, pero un fueerte arnés para campo traviesa me sostenía ¿Cuando me lo había puesto? Miré a Emmet estupefacta.


-Si bueno...la verdad es que no quiero que te mates.. y por nada del mundo pienso conducir deespacio- se disculpó él mierntras con un rugido hacía chillar los neumáticos y comenzaba el trayecto a una velocidad casi imposible.

Ver tantos árboles y pasando tan rápido delante de los ojos..pareció como si estuviera corriendo por el bosque con Edward, lo cual no era nada bueno, ya que en ésas circunstancias, podía presentir un gran mareo. Respiré con difcultad y tragué ruidosamente saliva.


-Uy, no...no te vayas a marear- dijo Emmet mirándome de reojo -Edward me va a matar si te ve verde y..no quiero que ensucies mi jeep


-Lo ssiento..me disculpé mientras la náuseasme hacían el mundo tambalear...

-A ver..que te parece si platicamos de...deportes!, si...deportes ¿Puedes creer que los jets le ganaron a mi equipo favorito?


-Estee...Emmet...yo no sé nada de deportes- me disculpé


-Ah, si...buenos...este...


-Donde está Rosalie? - pregunté con curiosidad concentrándome al máximo en no mirar por la ventana y respirar normalmente.


-Si, bueno, chica...no creo que Rose vaya a ir a la boda...-


-¿Y porqué?- me extrañé mirándolo. El mareo empezaba a ceder.


-Estee..la verdad es que no lo sé, porque hasta hace dos días parecía muy convencida de asistir y hasta le ayudaba a Alice...a regañadientes...como todos...pero ayer se fue corriendo por ahí y no la he visto-surpiró Emmet mientras trataba de esconder su tristeza


Eso no era nada bueno, si Rosalie había decidido no ir a la boda...me esperaba bronca por parte de Edward para con ella...tenía yo que causar tantas peleas con mi nueva familia aún sin haberme todavía unido a ella?


-No te preocupes Bella- me consoló Emmet no muy convencido mirando distraídamente hacia la ventana -Ella va a recapacitar y hasta creo que ahora te aprecia un poco más...


-Sí, claro-


-Enserio...mira...


-Y donde está Jasper? porque no me llevó él?- pregunté desviando descaradamente el tema. Emmet me miró desconcertado.


-porque preguntas por él? acaso no quieres que yo te lleve?- me acusó con una mirada aterradora.


-No, no es eso- respondí tranquilamente -Es simplemente que pensé que él me llevaría...


-Ah, si...el esclavo de Alice...- se burló


-Jajajaja...exacto-


-Pues la verdad es que tuvo que ir a Brasil para ir por no se qué que no llegó para la fiesta...


Genial, no iría Rosalie..y posiblemente Jasper no llegaría a tiempo a la ceremonia...Jacob tampoco iría y aunque había invitado a mis amigos los licántropos, dudaba que su aversión por mi nueva familia les permitiera asistir...acaso al final Edward también decidiría no asisitir?


-No te preocupes...nosotros somos los padrinos de Edi...no lo vamos a defraudar...- sonrió él


Me volví a a concentrar en los árboles sin darme cuenta y pensé todo el tiempo en que hubiera pasado si Jacob en verdad me hubiera querido tanto como para ir. Los árboles cada vez estaban más untos, pero aún así...confié en que Emmet los esquivaría. Miré hacia delante y pude distinguir un brillo que surgía de entre los árboles....


Emmet se detuvo a unos metros, y esperó, llamando por su pequeño celular plateado mientras yo miraba y trataba de recordar que lugar éra ése, me parecía tan conocido...


Un perfecto circulo de pradera lleno de flores silvestres: violetas, marillas y de un blanco tenue. El débil borboteo de un arroyo...y la verdad me sacudió con una descarga electrica...


Aquél lugar...éra nuestro prado...


Volví a hiperventilarme mientras vislumbraba que en el centro del circulo se había dispuesto elegantes sillas de color blanco y dorado, y al final de las hileras...en el centro...estaba un altar...


¿Era posible aquello? ¿Parecía un cuento de hadas o era la realidad?


-Bueno- dijo Emmet interumpiéndome de mis ensoñaciones... -Ahí viene Charlie- su voz empezó a tornarse nerviosa ¿Porque?


-Mmm...pues creo que esto es todo- dijo rápidamente Emmet, con...¿ vergüenza?´-Sólo quiero decirte que estoy muy contento de que te vayas a unir a nuestra familia hermanita...- y acto seguido, me abrazó rápidamente con un solo brazo y en tres segundos.. ya no estaba ahí.


-Bella?- preguntó mi padre abriendo la puerta de la jeep, lo miré confusa y apenas me pude recuperar de lo que acababa de pasar. ¿Estaba hacinendo lo correcto? ahora parecía que los Cullen en verdad me querían en su familia


Cuando bajé del auto la vida pareció avanzar más rápidamente, mientras el tiempo y las cosas pasaban rápidamente...


La marcha nupcial empezó a sonar y me encontraba ahora al lado de mi padre...desfilando por ése pequeño camino hacia el altar, podía sentir las miradas de los invitados y éstos a su vez empezaron a cobrar forma entre las caras que no lograba reconocer: ví a Mike, a Jessica, mi amiga Ángela con su novio Ben, algunos de mis compañeros de clase, y..para ki sorpresa..mis amigos los lobos: Sam con Emily, Quil y Clare, Embry y Kim, Sue, el viejo Quil Ateara, Billy Black, losSeth, Leah...; los Denalis: tan hermosos y maravillosos como cualquier vampiro, y hasta el frente de las filas, la familia Cullen: Alice, Emmet, Jasper, Carlisle , Esme y..Rosalie, quería reparar en ése detalle pero estaba tan nerviosa de lo que estab a apunto de hacer que lo dejé para después; al lado de los Cullen, mi madre junto con su esposo; miré hacia delante, al altar que tenía enfrente, buscando al hombre de mi existencia....

Pero el no estaba.

El pánico invadió mi rostro y el estómago se me encogió del nerviosismo ¿donde estaba Edward? se supone que la vieja tradición decía que tenía que esperar a la novia que caminaría por el altar del brazo de su padre...¿o acaso no era así? Tenía ganas de echar a correr, volteé a ver desesperada los rostros que tenía y cerca, quiene me dirigieron miradas tranquilizadoras y sonrisas perfectas, llenas de calor. ¿Acaso no reparaban en el detalle del novio?

Y entonces, puse más atención en la marcha nupcial...

No era el típico tan tan ta tán....no, era algo mucho más dulce, tierno, tocado por un suave piano...
y reconocí la melodía...éra mi canción de cuna...

Llegamos a la base de altar y pude ver ahora perfectamente un hermoso piano colocado justo al lado derecho del altar, y las suaves manos de Edward acariciando las teclas que emitían el mejor sonido que había escuchado en mi vida. Mi corazón se hinchó de alegría y a partir de ése momento sentí que flotaba entre nubes de algodón. Caminé con bastante suavidad los últimos pasos y dejé que terminara la melodía, con ésas hermosas y melancólicas notas, mis ojos se humedecían poco a poco...

Edward se levantó al terminar la pieza y se dirigió con seguridad hacia donde estábamos Charlie y yo, me miró con dulzura y tomó mi mano de la de Charlie, quién no dijo nada más y se fue a sentar. Miré a Edward con intensidad ¿Como era posible que aquello fuera real? ?Como podía ser posible que este fuera el día más feliz de mi existencia? Edward levanto suavemente su mano y recogió una débil lágrima que se escapó de mi ojo. No pude contener una sonrisa.

-Listos?- pregunto educadamente el padre. Los dos asentimos con la cbeza, sin dejar de mirarnos.

El tiempo pasó como un murmullo, no entendí ni la mitad de lo que dijo el padre, y no me importó porque aqueelo sólo podía significar una cosa: que me estaba uniendo a él como el siempre había soñado y de la forma que había querido, en unos momentos, seríamos sólo él y yo como uno mismo. Sus ojos color dorado jamás dejaron de mirarme mientras las palabras fluían en boca del padre; a ratos me sonreía, a ratos me miraba intensamente, a ratos susurraba silenciosamente "Te amo", éra mejo de lo que había esperado, las dudas que podría haber tenido,
ahora eran como un sueño distante...

-Sus votos...-dijo suavemente el padre. Lo miré algo nerviosa, pues sabía que era mi turno de hablar, quise aclararme la garganta e intentar recordar que había escrito especialmente para la ocasión, especialmente para él.

-"Edward, si el mundo se terminara y tu dejarás de existir...Si todos y cada uno de los momentos que pasamos se desvaneciera aún a pesar de todo el amor que te tengo, si tu simplemente te desvanecieras de mi vida....

Sé que podría vivir.

Porque aunque tu ya no me quisieras, aunque tu ya no me extrañaras, éste corazón, que no e smío porque tu te lo robaste, seguiría latiendoal compás del tuyo, auqnue no lo supiera ó no lo deseara. Mi vida, mi destino y toda mi exitencia seguirían unidas a tu respiración; mi mente seguíría pensando en ti...inconscientemente...porque desde el mommento en el que vine al mundo y dese el instante que que comencé a respirar....

Tu fuiste para mí

Sin que yo lo deseara y sin que nisiquiera alabergara una esperanza, fuiste para mi.

Los dos luchamos porque no sucediera esta dependencia tan intensa, ésta obseciónn por estar al lado del otro, que no fuera así...pero lo es y jamás dejará de ser...

Te amo, me necesitas, nos complementamos...desde ayer, hoy y siempre...

Por toda la eternidad..."

La palabras, después de los primeros versos, fluyeron suavemente de mi boca, como una canción, como una plegaria al destino para que me dejara ser feliz...pude oír alguna lágrimas de Reené a mis espaldas y otros sollozos ¿los míos? Tuve que bajar la cara para ocultar mi rostro bañado en lágrimas. El lo sostuvo suavemente con sus manos, impidiéndo que lo bajara, me sonrió y respiró profundamente...

-"Bella, sé que no te merezco. Mi vida ha sido bastante complicada y seguí viviéndola sin esperanza alguna de encontrartem sin la vaga ilusión de que cambiara todo lo que yo creí que era...


Pero llegaste.

Jamás pensé que fuera digno de ti y de tu amor, pero el destino me dió la oportunidad, me dió la suerte de que tu me correspondieras u ahora estás aquí, a mi lado, y espero que esto sea por siempre...

Hemos pasado por todo, y ésto no es una prueba más si no la recompensa de estos últimos dos años juntos y separados.

No voy a negar que cometí errores y te hize sufrir, pero espero con todo mi corazón que algun día logre perdonarme y me sigas mando como ahora, a pesar de todo, a pesar de todos...

Sólo tu y yo

Te amo, y hoy te digo que te entrego no solo mi cuerpo si no mi alma entera, si es que aún la tengo porque too lo que soy y lo que tengo es ahora tuyo...."

Las lágrimas corrieron ahora con aún más fuerza sobre mi cara y ahora ya no quise contenerlas, no quiose evitar que él las viera, le sonreí y quise besarlo en ése momento...me acerqué lentamente hacia el...

-Ejem...aún no es tiempo- nos susurró algo nervioso el padre. Ambos sonreimos y nos contuvimos, ahora parecíamos uno sólo, como siempr elo había deseado, ahora solo faltaba...

-Alto!- se oyó una voz aspera entre los árboles que rodeaban el prado.... Los invitados, el padre, Edward y yo buscamos la fuente del sonido, pero parecía no querer revelarse, y después de unos segundos, Edward emitió un gruñido...

Jacob había vuelto.

Desde uno de los árboles cerca del altar, se veían unos ojos negros, tristes, miré con atención y distinguí el contorno del rostro de Jacob entre la espesura del verde follaje. Tragué con dificultad.

Jacob descendió del árbol y pude apreciar mejor, pude ver que tan acabado estaba. Sus ropas etsaban raídas y sucias, su cabello estaba aún más largo y despeinado que la última vez que lo ví, su cara reflejaba una profunda agonía, y sus ojos...sus ojos se veían suplicantes. Avanzó lentitud unos pasos hacia donde estábamos Edward y yo y sin verlo a él, se colocó justó en frente de mí, temblando. Temí lo peor.¿sería capaz de transformarse de ésa forma?. Pero no sucedió nada, se quedó mirándome con sus mirada torturada y con ésos temblores que lo hacían ver como un enfermo terminal.

Y entonces, me abrazó.

Olvidé el pasado, el presente, el futuro, én ése abrazo sólo estábamos él y yo...sólo Jacob, sólo Bella, dos viejos amigos que habían terminado enamorándose y ue ansiaban desesperadamente la compañía del otro. Jacob se separó de mí, y poco a poco acercó su rostro hacia el mío...

-No!

Me aparté lo más rápido que pude de él, interponiendo mis manos, protegiéndome de él.

-¿Porque no?- dijo con voz ronca -Te amo y tu lo sabes-

-No, por favor, Jacob....

-¿Por favor? ¿tienes idea de lo que estoy pasando en este momento?

-Sí y...

-No, no me digas que lo sientes, eso sería una mentira...

-Pero yo...

-Tu me amas, y lo sabes, no sé porque no quieres acpetarlo y te empeñas en separarnos...

-No quise...

-No quisiste que? enamorarte? Bella, eso tu no lo decides, es algo que sucede y no lo puedes controlar, como tampoco puedes intentar matarlo...

-Por favor, vete...

-No, no me voy a ir porque sé que me amas tanto como yo te amo, yo soy tu verdadero amor y es conmigo con quien deberías estar casándote...

-No Jacob, no digas eso...

-Es la verdad...tu me amm..

-Basta!- Edward lo había interrumpido con voz llena de profundo dolor, como si a quien estuviera rechazando fuera él mismo. Dio unos pasos al frente y se interpuso entre Jacob y yo. Los temblores de Jake aumentaron...

-Por favor- Dijo Edward con voz suplicante -Ella quiere que te vayas

-Pero en realidad lo quiere?- preguntó Jacob con voz desafiante, los temblores eran ahora incontrolables y tos podían presentir el peligro.

-Basta Jacob- Ahora fue Sam quién habló. Estab al lado de Jacob y lo sujetaba por un brazo. Quil y Embry se levantaron de sus asientos y tomaron a Jacob por el otro costado, tratandod de aminorar sus temblores que ahora eran casi como convulsiones.

-Bella dijo éste tratando de buscarme con ojos fanáticos detrás de la alta figura del vampiro que me protegía. Traté de verlo pero Edward me sostuvo firmemente, sin dejarme verlo. Gemí de preocupación.

-Déjala!- Exclamó Jacob forcejeando con sus hermanos para atacar a Edward, que seguía impasible cpero con una mueca de dolor dibujada en el rostro.

-Vámonos. Dijo Sam. Junto con la ayuda de todos los lobos, se lllevaron a Jacob que forcejeaba y gritaba a voces mi nombre, no pude evitar esconder mi cara en la espalda de Edward..no quería mirar, no quería oír.

Edward se volteó hacia mí y me sondeó con sus bellos ojos, lo miré y traté con todas mis fuerzas de parecer tranquila, de aparentar que lo sucedido no me importaba.

-¿Continuo?- dijo nerviosamente el padre escudriñando nuestras expresiones

-Sí, dijimos los dos al unísono, sin dejar de mirarnos. Sin sonreír.

-Bella, aceptas a Edward Cullen como tu legítimo esposo, para amarlo y respetarlo, en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe?

La boca me sabía a metal y sentía la garganta seca con el temor inundando cada parte de mi ser; y en ése único instante...dudé.

¿En realidad estaba haciendo lo correcto? ¿Era en verdad esto lo que yo quería? Ya no estaba segura de nada y mi cabeza veía mis razones cada vez más lejanas.

Y entonces, lo miré.

Lo que leí en sus ojos fue lo que me devolvió a la realidad. Estaba ahí. Poél, por nosotros, y éso era lo único que importaba. El volteó a verme y no super que expresión tendría mi cara, pero cualquier tensión de la suya desapareció y toda duda se desvaneció . Volteé a ver al padre que me miraba con nerviosismo ¿Acaso tendría que presenciar una boda donde la novia decía algo que no debía? Volteé a ver a los invitados y vi la tensión reflejada en sus rostros ¿En verdad pensaban en la posibilidad de que yo no aceptara unirme al amor de mi vida? Podía ver a Alice mirándome con inistencia y a Reené con pánico. Saqué ésos rostros de mi mente , me enfoqué en el momento, en Edward y en mi respuesta...

-Si, acepto- dije al fin.

Oí suspiros de alivio y no pude evitar sonreír.

-Y tu Edward? Acepatas a Isabella Swan como tu esposa?.

Edward me miró con ésos ojos llenos de miel y pasión. El estómago se me encogió y no pude evitar que mis rodillas temblaran...

en verdad me estaba uniendo a ése ángel tan perfecto? en verdad era mi destino, por toda la eternidad? La respuestaa todas mis dudad salió en las dos palabras que le oínpronunciar con su dulce voz.

-Si, acepto.

Los dos nos miramos con intensidad y pareció como si el incidente jamás hubiera ocurrido...

-Entonces, los declaro marido y mujer. Se oyeron los vítores de los invitados y Edward me acercó más a él.

-Puedes besar a la novia- murmuró el padre. Demasiado tarde...los labios de Edward se había encontrado con los míos unos instantes atrás y se movían insistentemente por cada contorno de mi boca, desesperados, eufóricos; lo besé con la misma intensidad y nos vimos envueltos en un abrazo sólido e irrompible, del que no quería salir jamás.

Y a lo lejos, ahogado por los vítores, abrazos y felicitaciones...se oyó el aullido lastimero de un lobo.


Espero que les haya gustado! :)

aki tienen la canción que más me inspiró para terminar de escribir:

http://www.youtube.com/watch?v=KClIe1RMdF0