viernes, 24 de diciembre de 2010

(IV)

A diario intentamos buscar una persona especial con quien compartir nuestros días, con quien sonreír, quien nos de apoyo y cariño, alguien que pueda estar contigo "contra el mundo".

"Tú y yo contra el mundo"

Fueron muchas las veces en las que entregué mi corazón y con los dedos cruzados me decía "ahora sí"

Pero no fue ni "ahora" ni fue "sí".

Otra vez estoy sola y soy yo contra mi misma, soy yo contra el mundo.

Amo personas pero no he encontrado a alguien que en realidad me quiera y pueda decir que solo soy de él y que él es solo mío.

Es cansado intentarlo, ver como funciona a ratos y al final termina por estancarse y morir. Es duro ver que cuando crees que encuentras a alguien, por mucho que ambos lo intenten y se esfuercen, siempre surge algo o alguien más y las cosas se dejan; en este caso, no sé si eso sería dejarlo "en paz", pero al menos se asume que no es posible acceder a una conexión más "profunda"

Cuando yo entendí eso, sentí que mi mundo se desmoronaba, la soledad se abalanzó sobre mí y yo me protegí de ella, fingí que no me importaba. Cuando por fin me fundí en mi papel de insensible, el sexo y las provocaciones cobraron un lugar exquisito en mi vida.

Entonces lo conocí a él. Él se sintió atraído por mí por mi manera tan ligera de llevar la vida y el como prefería mil veces entrar en un mundo desconocido de piel y deseo antes de cualquier cosa seria. Me seducía, nos coqueteábamos... dejamos nuestros cuerpos y nuestras ideas volar hasta el punto que me sentí unida a él en muchos aspectos. No me había dado cuenta pero él, a través de mi coraza, había abrazado cada aspecto de mis máscaras y mis mentiras para lograr encontrara esa persona sensible,obsesiva, apasionada, tierna y emocionalmente inestable que alguna ve fui y que en realidad soy. Me di cuenta de eso pero no tuve miedo, seguí adelante y también busqué quererlo con toda y cada una de sus facetas para poder hacer algo por él así como el había logrado sacarme de mí.

Y una vez más me encontré sola.

Sí, él reparó mi corazón y se lo llevó con él un rato, después me lo devolvió en un paquete enviado por mensajería y con un "gracias por todo", me dejó mirando el vacío. Pensé que moriría otra vez y me encerraría una vez más en un escudo del que quizás no saldría, sin embargo, sorprendentemente ya no pude y me volví a enamorar, no tan intensamente como en veces anteriores, pero al menos seguía sintiendo esa sensación en el pecho que era como un vacío pero al mismo tiempo era cálido... quise y por azares del destino, mi nuevo él ya tenía una "ella".

Ha vuelto a pasar esto tantas veces que ya perdí la cuenta. Buscar a esa persona es demasiado cansado y al final, por mucho esfuerzo que pongas en ello, termina por no suceder.

¿Entonces? ¿Qué propósito tiene hacerlo? Pienso que significa participar en la búsqueda y espera de la vida: Es una búsqueda porque a lo largo del tiempo nos formulamos sueños, ideales, metas y deseos por los que el caos llamado mundo se ordena y espera porque aunque hagamos hasta lo imposible por hacer algo, al final nos queda únicamente ver si resulta. En realidad la vida es la continua espera de la muerte pero aún cuando sabemos que inevitablemente todo terminará ahí, podemos fingir no pensar en ello y continuar andando como si hubiera un mañana mejor, o algo así.

Amor podría ser vida, pero no lo es. Uno elije amar o morir, vivir o amar, vivir y amar, vivir amando, amar y vivir...

Yo elijo mejor ya no pensar más en ello, por ahora.

1 comentario:

Aleida Belem Salazar G. dijo...

A veces uno ya no sabe si quedarse y hacerle compañía a su propia soledad. O irse e intentarlo, pero cuando el "intentarlo" viene después con la misma propia soledad. El "intentarlo" pierde sentido. Entonces el ya no sentir y sentir, a menudo, se convierte en lo mismo.

Quisiera pensar que; ya habrá algo, algún día. Pero de tantos algún día ya no llega el habrá.

Me gusta como escribes. Saludos y un abrazo :)