martes, 7 de septiembre de 2010

Juicio a una sombra solitaria.

 

-Míralo. Le dice la lluvia al pavimento.

-No puedo verlo bien, pero siento sus pisadas sin ganas, el roce de sus plantas cuando se arrastran sin fuerza.

-Yo sí lo veo bien. Dijo un árbol. A pesar de que pasa ahora cerca de la luz, veo su rostro ensombrecido.

-¡Es culpa de la lluvia! dijo el poste de luz ¡Ha mojado su rostro toda la tarde! Incluso antes de que yo encendiera mi luz pude ver gotas de lluvia que le escurrían por la cara. Seguro que se va enfermar.

-No puede ser. La lluvia no lo puede creer.

-Sin embargo lo es... dice el pavimento, firme como siempre.

-¿Qué? ¿Qué?. El joven poste se encuentra siempre emocionado con la vida humana e impaciente, espera noticias del joven que camina cerca de ellos.

-Él ya está enfermo, tercia el árbol

-Sí, el ya llovía incluso antes de que yo llegara.

-Pero... El joven poste no puede entender..

La lluvia con tristeza le dice: Enciende bien tu luz joven poste ¿Qué no ves las nubes negras debajo se sus ojos?

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