Yo no tengo miedo, tú si. Lo siento, lo veo y puedo olerlo cuando te acercas a mí y a la vez te alejas cauteloso.
Tienes miedo de quererme y luego perder.
¿Sabes? Igual que tú yo tiemblo, me estremezco cuando me abandonas y también cuando vuelves porque te acercas tanto que el control de mi respiración se pierde.
Hundiéndome en el vacío y temblando por ti.
Mi anhelo es no volver a sentirte lejos de mis sueños. Tenerte aquí y así poder verte recostado al lado mío, sonreírte y acariciarte el rostro mientras cantas poemas y ríes con lluvia.
Deslizando arena y dejando inmortalidad en la vida
Amor, hoy te pido que no temas, que no te escondas y me abrigues a tu lado pues, de soledad no vivo y sin ti la asfixia llena con dolor mis días.
Y perezco en el frío, me sumerjo en la desidia.
No te pido el universo eterno, no quiero nubes de rosa ni besos en vuelo; no te pido algo eterno, sólo una simple vida mortal, soñando contigo, muriendo lentamente y consumiendo felicidad continua...
Entonces ¿Te quedarás por siempre?
Nada nos puede separar si el otro es nuestra casa y nuestras almas unidas son un hogar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario