sábado, 20 de noviembre de 2010

[Entrada sin título]

Siempre me duele decir adiós.

En esos días en los que las fuerzas no alcanzan, hago mi maleta con nuestros mejores recuerdos y sin ninguna lágrima en las mejillas, sonrío y planeo cerrar la puerta detrás de mi.

-¿Te vas?
-Algo así.
-"Algo así" siempre significa que sí.

Quizás mirar tus ojos es lo único que detendría mi partida, pero nuestras peleas han sido tantas y tan vacías que dudo que al mirar tus cuencas encuentre todavía el brillo que alguna vez amé.

-Quiero saber la razón
-¿Acaso debe de haber una?
-Siempre la hay
-Lo sé.
-¿Entonces?

Tu mano sujeta con firmeza mi brazo, arrancas con enojo la maleta que hay en mi mano y forcejeas con mi rostro para que te mire. ¿Qué caso tiene ya decir algo? Una vez que logre salir, los recuerdos se borrarán 
y cualquier cosa dicha se quedará únicamente en las paredes mudas que nos miran. ¿Qué sentido tiene luchar?

-Estoy cansada.
-Pues entonces no te vayas.
-Es por eso que me quiero ir.

Sueltas mi mano y mi rostro. Mi maleta nos mira solitaria y yo... yo no sé que más decir. Los días pesan más que nunca y las piernas apenas me responden.

Por fin, me decido a verte a los ojos: con hastío, sin ganas, con la sensación de que lo que encontraré en ellos será furia y rencor. Tu me devuelves la mirada.

¿Furia? Tus ojos apenas brillan, tus pupilas parecen apagadas y tu piel tiene un tono pálido y asqueroso.

¿Quién es ese hombre que me mira? No es el que una vez amé y que me hirió el alma. Es un simple hombre cansado y triste, sin ganas; un hombre que le reclama a una pared dando puñetazos y mirando al suelo sin saber que hacer.

-¿Se nos acabó el amor?
-No sé. No siento ningún vacío.
-Ni yo.
-¿Cómo llegamos a esto?
-Cambiando
-¿Y?
-Pues que cambiamos tanto que apenas nos reconocemos. No puedo amar a desconocidos, no si te amo a ti.
-¿Me amas?
-Eso creo.

Apenas puedo entender lo que pasa. No eres quien yo amaba pero no puedo decir que no te quiero. Hay algo en ti, algo desconocido. Quizás es porque muestras lo patético que  puede ser un sentimiento y sin decir nada más que lo estricto necesario, me miras. No hay sonrisa ni lágrima, sólo eres tú, él, un desconocido sin dejo de emociones y expresando los sentimientos contradictorios más intensos que nunca más sentí.


-Siento que apenas te conozco.
-A eso se le llama tiempo.
-Sí, pero nunca pensé que llegaría a sentirlo.
-Yo tampoco, parece una eternidad y a la vez no es ni un segundo.
 -Sí.

Te miro. El ayer parece moverse. Me levanto del suelo y acaricio tus brazos.

-Tú pareces ser un futuro.

Levantas los ojos que obsevaban el suelo, me miras y entonces, sonríes.

7 comentarios:

Rubén dijo...

De un tiempo aca he venido siguiendo tu blog, se me hace muy bueno y me gusta mucho como escribes, con todo ese sentimiento que se puede proyectar, eres una escritora espectacular en mi opinion personal.

Litau dijo...

Gracias, un placer saber que te gusta lo que escribo. :)

WhiteWizard89 dijo...

Ya sea en twitter o en un blog me encanta todo lo que escribes.. definitivamente soy tu fan :) algo asi como un groupie literario (si es que eso existe en este universo jeje)
Saludos y gracias por compartir esos fragmentos de poesia con nosotros..

Anónimo dijo...

En ocasiones dejamos de comunicarnos con quien está al lado nuestro, y pasan los días y mucho tiempo más, hasta que llega el momento de estar frente a frente y no al lado el uno del otro, cuando eso sucede, sólo hay dos desconocidos mirandose, no a los ojos, si no mirando a su pasado.
Saludos y buena entrada.

Litau dijo...

WhiteWizard... me halagas. Ssshhh... no me digas nada que me la creo.

Litau dijo...

Garrick, tienes toda la razón, elpunto clave del cambio o la destrucción se encuentran en un punto crítico que forza a una inflexión de tiempo, espacio y acción. Doloroso que así se lleve también el amor.

Anónimo dijo...

Dicen los franceses: "Cest la vie"